lunes, 30 de abril de 2007

Contando de donde venimos

Desfasaje del 84 es una idea que viene volando hace ya mucho tiempo. Realmente tomó su tiempo para llegar a ser real, pero aquí estamos y esperamos seguir estando. No creemos en la inmortalidad y sabemos lo difícil que es mantenerse. Hoy arrancamos sin más objetivos que llegar a mañana estando acá. Y dicen que para empezar es bueno recordar…
Cuando Diego Armando Maradona dejaba ingleses tirados por el piso del Estadio Azteca, nosotros recién aprendíamos a caminar. No entendíamos cuál era la extraña sensación que unía a un país entero, que llenaba de lágrimas los ojos de nuestros familiares y que inundaba de alegría nuestra casa. Años después pudimos presenciar el último acto de ese señor magnifico, antes que, según sus propias palabras, le “cortaran las piernas”.
Tuvimos la suerte de conocer a un tipo que hacia reír a la gente con su humor irónico, desfachatado y con su particular forma de ver la realidad. Era un tal Mauricio, de apellido Borenstein, pero él prefería que lo llamen Tato Bores o simplemente… Tato. Años después lo vimos morir dejando en miles de argentinos una sonrisa eterna y una forma de sentir el humor que es inmortal.
Cuando cayó un muro, en una parte que quedaba muy lejos de la casa donde vivíamos con papá y mamá, no entendíamos nada. No sabíamos de diferencias ideológicas y nuestra gran lucha era por el juguete que todos querían en el recreo de preescolar.
Sin darnos cuenta, conocimos a un montón de gente grande que había perdido familiares en una guerra por unas islas que son nuestras, pero que las querían otros, y no sé cuanto lío más.
Una y mil veces nos hablaron de la dictadura, según los grandes, una etapa muy difícil de nuestro país, que tuvimos que vivirla por libros y videos para sacar nuestras propias conclusiones.
Conocimos a un montón de presidentes: Alfonsin, que vino después de los militares. Menem, que vino y se quedó por mucho tiempo. De la Rua, que todos decían que era aburrido y él afirmaba que era porque no le gustaba manejar ferraris. Después, en medio de cacerolazos, saqueos, represión y sombras llegaron un montón de presidentes en pocos días, hasta que llegaron el cabezón y el Doctor K que parecía que eran amigos pero después resulto que no.
Escuchamos Rock, esa música que creció casi a la par nuestra. Sumo, La Renga, Los Piojos, Divididos, las Pelotas, la Bersuit y los ya desaparecidos Fabulosos Cadillacs y Redonditos de Ricota (que siguen amagando con volver), eran los preferidos de las fiestas. Hasta que un día llegó un cordobés revolucionario, un tal Rodrigo, que con su cuarteto hizo bailar a todos, un día la vida lo invitó a su ultimo baile y solo nos quedaron canciones, recuerdos y toda su alegría…
Estas y muchas más historias nos formaron hasta llegar a ser lo que somos hoy.
Creamos este espacio con la idea de levantar algunos pensamientos dormidos, buscar la participación, y por sobre todas las cosas, llegar de una manera distinta a una generación que tiene muchas cosas escondidas. Con un poco de humor, algunas ironías, un toque de desparpajo y mucha realidad, esperando encontrar gente en el camino que se sume a esta idea. Ojalá así sea.

Los que hacemos esto

domingo, 29 de abril de 2007

X la city: El caminante

“De Pilar a Retiro” anuncia el guarda. Viaje en tren para el centro. Otra vez no falta el codo de la señora en el medio de mí estomago, ni el que le dio la última pitada al cigarro en el estribo y se encargó de largar su última bocanada de humo en mi nariz… aunque por suerte nos tocó el tren nuevo.
“¡Esto no puede ser… parecemos ganado!” Grita un flaco enojado, cuando el muchacho que no pudo dejar su bicicleta en el furgón le pisa los deditos del pie con la rueda de atrás de su rodado, intentando molestar lo menos posible al señor de traje que tiene cara de pocos amigos.
Un montón de historias se cruzan en un minuto: El que llega tarde y eso le molesta, el que llega tarde y no le molesta en lo mas mínimo, el que va de visita y se promete ir en bondi la próxima vez, y el que ya se lo prometió una vez y se da cuenta porque lo había hecho. Todos juntos en un mismo vagón y sigue el viaje. ¡Caseros!, anuncia el guarda. “¡Que alivio! Acá se bajan un montón”… resulta que solo bajan cuatro o cinco y suben ocho, y, mientras nos lamentamos de nuestra mala suerte, saboreamos un tufillo dulce de unos cigarrillos de dudoso contenido. “!Cuatro pilas doble A por un peso!” se escucha esta vez. Pienso: una verdadera ganga. La señora de al lado se da cuenta de mi emoción por la oferta y me dice al oído: “no seas gil que duran menos que un caramelo”. Asiento con la cabeza su consejo y decido gastar otra vez cuatro pesos en el Kiosco del pelado que esta a la vuelta de mi laburo por dos pilas que duren un poco más. “¡Chacarita!”. El alivio llega al rostro de muchos, esta vez si se bajan un montón y no sube casi nadie. Escucho risas que vienen del furgón, otro partido de truco acaba de terminar y como siempre uno ganó porque era menos mentiroso que el que perdió y lo agarró cantando falta envido con 23.
El tren se frena en Palermo y una vos familiar anuncia: “Tren detenido en plataforma queda suspendido en esta estación”. Miro al cielo como buscando respuesta, no la encuentro y otra vez pienso en mi mala suerte. Es hora de pasarse al subte o al bondi… pero esa es otra historia.

Aca andamos (soy propietario de un blog)

Primero queria decirles que no me interiorize en el real significado de la palabra Blog... por lo que se aceptan explicaciones reales o fictisias del significado de esta palabra que me suena a sapo aragan.
Bueno la idea por la que hisimos la adquisicion de este espacio "virtual" al cual con el tiempo iremos conociendo y domando desde nuetra ignorancia tecnologica es darle vida nuevamente a una idea que alguna vez nacio con el nombre de "Desfasaje del 84", una humilde publicacion que largamos a la calle a mediados de un 2006 que nos encontro con una fuga de ideas que no encontraban lugar. Por eso abrimos un espacio para escribir, dibujar, cachibachear o simplemente contar cosas, ideas u opiniones que se crean contables.